Para evitar o controlar las molestias en la guatita de tu pequeño como gases, diarrea o estreñimiento, es clave partir de la alimentación. Tener buenos hábitos alimenticios es positivo para todos los aspectos de la vida de tu hijo. Aquí te compartimos algunos consejos para comenzar a crear hábitos saludables:
- Sírvele a tu hijo los mismos alimentos que el resto de la familia está comiendo.
- Ofrécele una amplia gama de comidas frescas de los principales grupos de alimentos.
- Busca opciones creativas de sabores, colores y texturas, y organiza los alimentos de manera que sean atractivos visualmente.
- Haz figuras divertidas en el plato usando los mismos alimentos.
- Agrega frutas y verduras para dar color a las comidas.
- Deja algo de espacio vacío en el plato.
- Permítele responder a sus propias señales internas de hambre y saciedad. Nunca lo obligues a comer de más.
- Trata de darle a tu hijo comidas agradables y evita los alimentos que pueden causar asfixia como uvas, completos, palomitas de maíz, nueces, zanahorias crudas y dulces.
- Limita el consumo de gaseosas y otras bebidas endulzadas; en su lugar opta por agua o frutas jugosas.
- Interrumpe la mamadera y comienza a alimentarlo con una taza, cuchara y plato.
- Recuerda incluir proteínas como huevo, pollo, carne y pescado, ya que el crecimiento de sus músculos y tejidos toma mayor relevancia.
- Sé un buen modelo en hábitos alimenticios para tu hijo, si percibe que comes sano muy probablemente seguirá tu ejemplo.
- El desayuno es la comida más importante del día, así que haz elecciones saludables y nutritivas para tus hijos. Limita los alimentos densos en calorías y bajos en nutrientes como las comidas rápidas.
Alimentos indispensables
FRUTAS Y VERDURAS
- Dale frutas y verduras de diferentes colores cada día y en la cantidad recomendada para cada edad. Incluye una porción en cada comida.
- Incrementa el consumo de frutas enteras, limitando los jugos.
PAN, CEREALES Y PASTAS
- Incluye diariamente las porciones recomendadas de acuerdo a su edad y necesidades individuales.
- Adiciona en su alimentación pan y cereales integrales, en lugar de productos refinados.
- Sírvele pescado y carnes magras (de res, de vaca o aves) en preparaciones a la parrilla, cocidas, asadas u horneadas.
- Evita el consumo de alimentos fritos. Incluye de forma regular el pescado como plato principal, si no existe ninguna contraindicación.
- Ten en cuenta en su alimentación las legumbres como fríjol, lenteja o garbanzo, por lo menos dos veces por semana.
LÁCTEOS
- Introduce en su alimentación diaria productos como leche, yogur o queso en una cantidad adecuada.
- Es recomendable el consumo de leche y lácteos bajos en grasa.
GRASAS
- Incluye el consumo de grasas provenientes de pescado, nueces y aceites vegetales. Evita el consumo de grasas animales, (mantequilla o manteca) y de grasas trans.
Una alimentación muy baja en grasas puede llevar a la disminución en el consumo de ciertos micronutrientes; no obstante, la ingesta elevada de grasas puede aumentar el riesgo de obesidad y enfermedad cardiovascular.
A continuación te mostramos algunos grupos de nutrientes claves que debes incluir en la alimentación diaria de tu hijo, para que su crecimiento y desarrollo sean los más adecuados:
Prebióticos, probióticos y nucleótidos.
Fortalecen las defensas de tu hijo, protegiéndolo de enfermedades ocasionadas por virus y/o bacterias. Además, favorecen una mejor digestión.
Combinaciones de nutrientes que contengan:
DHA, AA, omegas 3 y 6, luteína, colina y hierro, para apoyar su desarrollo mental, visual, y del lenguaje.
Recuerda: la adecuada nutrición de tu hijo en esta etapa, marca la diferencia en el crecimiento y el desarrollo para toda la vida.